Un nuevo estudio del CSIC analiza algunos de los factores asociados al interés de los estudiantes universitarios por la profesión investigadora en España

ICMAT Comunicación/CSIC Comunicacion.- A pesar de que en los últimos años se ha observado un aumento en la proporción de mujeres entre el profesorado de universidad en el ámbito de las matemáticas, un estudio firmado por miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y publicado en la Gaceta de la Real Sociedad Matemática Española (RSME), apunta a un cambio de tendencia. El trabajo, que se basa en un cuestionario realizado a 1.587 estudiantes de grados de matemáticas de 12 universidades españolas en septiembre de 2021, señala que para un 26,2% de las encuestadas es “nada probable” que escojan la opción investigadora en el futuro, mientras que para los hombres la proporción es del 18,6%.

En el estudio se han identificado tres variables principales relacionadas con la desafección hacia la investigación. Por un lado, los años que se transcurren en el grado. Este fenómeno afecta tanto a mujeres como a hombres, aunque las diferencias entre ambos sexos son significativas. La probabilidad estimada de desafección del estudiantado crece desde el 5,6% entre los hombres y el 8,1% entre las mujeres del primer año, hasta el 27,5% en los hombres y el 35,9% de las mujeres en el cuarto curso.

“Puede que las expectativas de los estudiantes sobre qué son las matemáticas y la investigación vayan cambiando durante el transcurso de los estudios. Además, en los últimos años se ha modificado la percepción de las salidas profesionales asociadas a los grados de matemáticas, lo que podría llevar a una mayor preferencia por carreras profesionales en la empresa, algo que podría aumentar a medida que avanza el tiempo”, reflexiona Javier Aramayona, investigador del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT-CSIC-UAM-UC3M-UCM) y coautor del trabajo.

La satisfacción con los estudios es otra de las variables que plantea el informe.  “A medida que aumenta la satisfacción con los estudios cursados, que expresan las experiencias positivas en la carrera, los estudiantes reducen su desafección por la investigación como opción futura”, detalla Laura Cruz, investigadora del Instituto de Políticas y Bienes Públicos (IPP-CSIC) y también autora del estudio.

La tercera variable consiste en la autoevaluación con relación a los compañeros. La desafección por la investigación se reduce cuando dicha autoevaluación es positiva, es decir, cuando los estudiantes se sitúan a sí mismos en la media o por encima de sus compañeros. Esto ocurre, en mayor medida, entre los hombres que entre las mujeres. Además, como corroboran estudios previos, las mujeres tienden a evaluar sus aptitudes matemáticas de forma más negativa que los hombres. “Sería interesante monitorear esta diferencia en las notas de los estudiantes de grados en matemáticas, tanto en el momento de acceso como en su evolución durante los cursos, y estudiar su relación con la desafección por la investigación”, afirma Luis Sanz, autor del trabajo e investigador del IPP-CSIC.

Diagnóstico y comprensión
“Los datos obtenidos, junto con el aumento del porcentaje de hombres en los grados de matemáticas observado en los últimos años, apuntan a que en el futuro se producirá un incremento de la masculinización de la carrera investigadora en matemáticas”, asegura Ágata Timón, del ICMAT y coautora del informe.

Según datos del Ministerio de Universidades, solo el 35,6% de personas que finalizan un doctorado en matemáticas son mujeres, y esta cifra es menor en las áreas más teóricas. “La tendencia en los últimos años ha empeorado y se observa un retroceso de esa proporción desde el 42% que representaban en el curso 1997-98”, afirma Laura Cruz.

“El estudio representa un primer paso para conocer mejor los procesos y los mecanismos que causan la escasez de mujeres en la investigación en matemáticas” señala Sanz. “Un buen diagnóstico y una comprensión de las causas, actuales y pasadas, de las situaciones, son un pilar esencial del diseño e implementación de las medidas adecuadas para resolver los problemas”, concluye Cruz.