Problemas de la consolidación democrática en América Latina en la década de los 90

Referencia
92-03
Autores

Ludolfo Paramio

Publicado en C. Moya et al., comps., Escritos de teoría sociológica en homenaje a Luis Rodríguez Zúñiga, 847-864, Madrid: CIS, 1992.

Resumen

Desde la segunda guerra mundial las principales economías latinoamericanas han vivido hasta la crisis de la deuda, al comienzo de los años 80, un rápido crecimiento económico, que sin embargo no ha permitido en la mayor parte de los casos superar una profunda dualidad social, en la que, junto a sectores dinámicos y de niveles de vida tolerables o altos, se mantenía una extensa realidad socialmente marginal y económicamente estancada. Este hecho -la incapacidad del crecimiento para poner fin a la dualidad social- fue considerado por gran parte del pensamiento latinoamericano, durante muchos años, como el principal punto débil de un modelo dependiente de capitalismo. La dependencia era el mal originario, la dualidad su consecuencia. Pero a la hora de la verdad el talón de Aquiles de las economías latinoamericanas ha resultado ser otro: la fundamental orientación del crecimiento hacia el mercado interno, siguiendo la dinámica de la llamada industrialización para la sustitución de importaciones. Esta orientación mercadointernista -si se puede usar un término semejante- ha sido la clave de una incapacidad para dar continuidad al crecimiento en el marco de la nueva división internacional del trabajo que trajo consigo la crisis de los años 70, aunque en realidad la crisis sólo supuso el estallido, bajo el impacto de la elevación de los precios del petróleo en 1973, de desequilibrios cuyas raíces venían de la década anterior. Como es bien sabido, en los años 60 se había hecho patente una notable internacionalización de la economía mundial, puesta de relieve por ejemplo en el creciente estudio (y crítica) de las llamadas empresas multinacionales, pero que implicaba de hecho la creciente imposibilidad de estrategias de crecimiento concebidas para funcionar en economías (nacionales) cerradas. Ahora bien, la estrategia mercadointernista sólo era viable precisamente en economías cerradas, protegidas frente a las importaciones industriales de los países más desarrollados o centrales en el sistema capitalista mundial.

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